Como ya os conté, el viernes cenamos en el restaurante marroquí Al-amán. Situado en la centrica calle Leganitos 27, entrar en el Al-amán II es sumergirse en Marruecos.
Pero la cena no había acabado, tés, dulces y una shisha de manzana, acompañados de un sugerente baile oriental. Todo ello, en un acogedor salón moruno junto varios lugareños, hicieron que la noche tuviese su punto original.
En total fueron 72 euros, con varias copas de vino, 4 botellas de agua.
A pesar de que en un principio existía cierta complicación para que los camareros nos explicasen que eran los platos que había en la carta, el servicio no sólo fue rápido, sino que nos sorprendió gratamente por su atención y su rapidez.
Para empezar pedimos Muttabal, una crema de berenjenas asadas con pimientos que hizo las delicias de todos los comensales, fue de los platos que más nos gustó. La ración podéis verla en la foto, para dos personas es un buen entrante para compartir.
A continuación hicimos caso de las recomendaciones de la carta y pedimos las dos especialidades, las Tameyas (falafel) y el Jiben. El último, una rodaja de melón con frutas pasas y una salsa de yogut, nos defraudó un poco a pesar de ser ligera y refrescante.
Sin duda alguna el plato que más nos gustó y que no podéis dejar de probar fue la Pastela. Una especie de empanada de pollo y verduras cubierta con azúcar glasé y frutos secos. La ración un poco pequeña para compartir, pero contando con que no teníamos mucha hambre...estaba buenísima.
Como último plato, pedimos al centro (como todos los demás) una cazuela de cordero llamada Tetuan. Este plato decepcionó un poco, sobretodo por lo mal arreglado que estaba el cordero.
Como recomendación el té Pakistani, por 2,20 euros cada tetera, nos enamoró a todos.
Los dulces (1 euro cada uno) eran un poco insipidos, pero por ese precio no se podía pedir mucho más.
Como ya he dicho la shisha era de manzana y sin alcohol (9 euros), aunque también tienes la opción de pedirla con.
En total fueron 72 euros, con varias copas de vino, 4 botellas de agua.
VENTAJAS: No había mucha gente. El baile no nos lo esperábamos y nos gustó bastante, aunque alguno que otro se llevó algún susto.
INCONVENIENTES: Los camareros no saben explicar los platos de la carta.
PUNTUACIÓN: *** 6,5
